La articulación de la rodilla conformada como se explico en las generalidades por, el fémur, la tibia y la rotula(el sesamoideo mas grande de el cuerpo humano) pueden sufrir traumatismos por impactos directos o indirectos ya sea por caídas en el hogar, en el trabajo, accidentes viales o durante deportes extremos o no.
Las fracturas del aparato extensor y la rotula ya han sido abordados en el punto de las lesiones. Aquí hablaremos de las principales fracturas de la extremidad superior de la tibia y de la extremidad inferior de el fémur.
Fracturas de la extremidad superior de la tibia
Las principales fracturas de la extremidad superior de la tibia pueden tener un trazo único o múltiples, afectar el cartílago articular, producir un desprendimiento de los ligamentos encargados de equilibrar la rodilla (ya expuesto en segmentos anteriores). Es muy importante entender de que esta zona es muy mal vascularizada (poca sangre llega) y por ende uno de los principales problemas a los cuales nos vemos expuestos es las complicaciones cutáneas como las flictenas y la necrosis cutánea.
Algunas fracturas frecuentes son: la fractura unituberositaria, bituberositaria, fracturas con lesión ligamentaria, y la fractura de watson jones. Todas ellas adquieren su nombre según el traso de fractura se encuentre.
Queremos dedicar un par de lineas a la Fractura de Watson Jones conocida con el nombre de fractura a complicación arterial, en efecto es una fractura articular compleja con múltiples fragmentos en el cual las complicaciones arteriales tienen un alto porcentaje, en este caso se preconiza un abordaje único con el mínimo de material de síntesis y la principal preocupación es la biología mas que la mecánica articular, en estos casos es indispensable la preservación aunque sea de manera parcial de el menisco, deperiostando lo mínimo necesario. El cirujano inexperto puede verse tentado a colocar dos placas y no una, eso dará una radiografía mas bonita y una fractura mejor alineada pero los riesgos son muy altos, preferimos una alineación correcta con un mayor porcentaje de éxito biológico y para ello la desinsercion con la posterior reimplantación de el menisco.
A continuación un ejemplo de una paciente de 75 anos quien sufrió una caída de su domicilio, mujer activa en muy buena condición física, una evaluación intraarticular con la ayuda de el artroscopio de alta definición pone en evidencia el daño cartilaginoso, ligamentario y meniscal, un abordaje externo mínimo invasivo con una osteosintesis correcta y la preservación total de el menisco, control de la reducción con el intensificador de imagen para luego de ese tornillo de compresión para analizar nuevamente la fractura ya que existe una separación y aplastamiento de la misma. La intervención es un éxito.
Sin embargo existen muchos otros tipos de fracturas,o de combinación de trazos.
Para los demás tipos de fracturas cuando la intervención quirúrgica no es lo indicado puede realizarse diferentes métodos.siempre y cuando el desplazamiento sea menor de 10 mm o incluso menor de 6 mm en pacientes jóvenes. el tratamiento ortopédico para fracturas que necesitan una tracción e inmovilizacion.
En los casos donde se coloque un yeso es importante que el paciente realice
- Ejercicios respiratorios y prevención de escaras.
- Contracciones estáticas del cuadriceps, simples y luego con resistencia sobre la parte superior de la rótula (a través de una ventana en el yeso, si es posible).
- Crioterapia y movilización pasiva de la rótula (ídem).
- Gimnasia de los miembros superiores y del miembro sano.
- Movilización activa de los dedos del pie y activa asistida de la cadera (si el yeso es cruropédico).
Fracturas de la extremidad inferior del fémur
Las fracturas de segmento distal de fémur suponen en torno a un 10% de las lesiones óseas de fémur, pero se han convertido en objeto de controversia en los últimos años por dos motivos su mayor morbilidad y gravedad debido al aumento de accidentes de alta energía.
La clasificación de la fractura dependerá de la localización del trazo y las complicaciones que derivan propias de esta, así bien pueden ser fracturas que afectan una sola porción del fémur, ambas porciones, la articulación (y con este el cartílago),abiertas o cerradas con afectación arterial o no.
Diagnóstico de la fractura
En el contexto del paciente politraumatizado, estas fracturas pueden ir acompañadas de afectación sistémica general por la severidad del trauma.
En el examen físico, el miembro afectado suele presentar acortamiento, tumefacción de la mitad distal del muslo y una alteración de su eje, en mayor o menor medida, en función del desplazamiento fracturario.
La comprobación de la indemnidad vascular y neurológica en estas lesiones es de importancia extrema. En caso de duda, la arteriografía debería de ser una prioridad.
Modalidades de tratamiento
- El tratamiento ortopedico, es considerado clásicamente el tratamiento de elección para estas fracturas, en la actualidad queda restringido para fracturas con un desplazamiento mínimo, o situaciones clínicas que desaconsejen la cirugía.
- El tratamiento quirurgico puede utilizarse una placa , un clavo o tornillos.
- Existen también casos en los cuales una fijación externa es necesaria (tutor externo) y casos de fracturas alrededor de una prótesis total de rodilla, en estos casos muchas veces es necesario obtener una alineación correcta del hueso pero un cambio del implante protético.
- El tratamiento post operatorio es prohibición del apoyo durante 2 a 3 meses, tromboprofilaxis, cura de herida hasta obtener la cicatrización y retiro de sutura o grapas una vez la consolidacion obtenida. Controles radioclinicos periódicos igualmente.